Chuflaibaila, nadie puede saber qué hubiera sucedido si no hubieras pedido la admisión, no sabemos si tu TLP se hubiera manifestado o no, y no tenemos manera de saberlo. Lo que sí te digo es que la presión atroz que se vive dentro de la institución es un desencadenante de enfermedades mentales de todo tipo, por la sencilla razón de que al individuo se le impone un ideal total, completa y absolutamente inalcanzable, y se le culpa por no alcanzarlo.

• ¿Qué es si no culpabilizar los dos exámenes de conciencia diarios, el general y el particular, o la confesión semanal, en la que 9 veces de cada 10 el sacerdote preguntaba "¿Y de los pecados pasados te acusas?" porque no había materia de confesión?
• ¿Qué son si no presión ejercida sobre el individuo las llamadas "normas de siempre", jaculatorias, acciones de gracias, actos de desagravio, pensadas para tener la mente ocupada 24/7, sin darle jamás un descanso, sin darle jamás la oportunidad de relajarse, de quedarse en blanco, de desconectar?

No es que sea cómodo echarle la culpa a la institución... es que la presión que la institución ejerce sobre el individuo no es sana.

Sobre el secreto, ningún miembro del Opus puede aspirar a conocer la diversidad e infinidad de dones que Dios les ha concedido. Solo conoce lo que requiere su estado y posición para cumplir con sus obligaciones, una pequeñísima parte de la magnitud de la Obra , y se conforman porque es una señal de humildad santificante y buen espíritu.

Ya dijo San Jose María que sus hijos están orgullosos de tener el derecho de no tener derechos, y el primero del que carecen es el derecho a saber. Por ello cuando llegan al Cielo los miembros quedan deslumbrados por la dimensión de la Obra que han ayudado a construir y cuya magnitud desconocían y se extravían en su contemplación hasta el fin de los tiempos. A quien no ven es a Dios.

La Obra nunca ha informado a sus miembros. Se habla mucho de los estatutos, pero los anteriores no los conocían. Tienen un catecismo, que contradice en puntos importantes a esos estatutos. Como es sabido el Código de Derecho Canónico de 1983 ya excluía a los laicos de la membresía del Opus Dei: eran cooperadores orgánicos en sus obras apostolicas mediante acuerdo. Miembros en sentido estricto eran solo los diaconos y prefectos. Ellos les han enseñando otra cosa basados en la bula Ut Sit de Juan Pablo II, pero la bula es anterior y no tiene el mismo rango del Código de Derecho Canónico.

Francisco , por iniciativa propia o condicionado, solo les ha aclarado estos extremos, con el Motu Proprio Ad Charisma Tuendum, la reforma del Código de Derecho Canónico y la reforma de los Dicasterios ( Predicate Evangelium ):

• Les ha dicho que deben primar el carisma sobre la jerarquía, que se asimilan a una asociación de clérigos, que están subordinados a los obispos del lugar y a sus parroquías.
• Les ha dicho que se dediquen a su carisma propio, que se les reconoce, la santificación del trabajo y de los compromisoso sociales y familiares.
• Les ha venido a decir que no son una Iglesia dentro de la Iglesia, como les predican dentro.

Hay muchas teorías sobre el contenido de los nuevos estatutos, una de ellas que tendrían que renunciar a la prelatura personal para mantener a los laicos ( Moya ). Como no los han mostrado nada sabemos. Desde luego, las exequias del Papa es un pretexto porque no iban a discutirlos, solo presentarles lo que ya estaba aprobado. Y porque nada les impedía prolongar la estancia dos dias. Ni iban a estar todos a pie de tumba todo el rato. Han querido mostrar respeto con este gesto, pero es todo lo contrario. Pero sobre todo , es una ofensa a Francisco y una desobediencia clara; llevaban tres años con el tema.

Han quedado como unos pilllos, que no quieren presentar los estatutos y esperan cambios con otro pontífice. También tiene una explicación sencilla: muchos miembros podían no entender los cambios, si eran profundos. No es fácil estar 50 años viviendo una realidad , y que ahora te desvelen que las cosas nunca fueron así. Podría haber una desbandada. Es curioso, porque en la Obra no se tolera la más mínima desobediencia, incluso a chavales veinteañeros de los que decía Escrivá que cuando actuaban como diectores tenían "gracia de estado", y no se equivocaban. Se ve que el Papa cuando ordena algo lo hace sin gracia de estado. Pero en el fondo no se sabe nada de la verdad. Sin embargo, si parecen unos estatutos ya conformados por el Vaticano...